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lo largo de la presente investigación hemos
abarcado los aspectos más importantes de esta problemática denominada bullying,
hemos definido lo que es, quienes participan y cómo identificarles, ahora bien,
vamos a concluir con la parte que consideramos más importante del conflicto,
las consecuencias.
Ya que éstas determinan
prácticamente la personalidad de las personas involucradas, conlleva una serie
de problemáticas que, en caso de desarrollarse y no tratarse, puede ser fatal.
Ahora, relacionándonos un poco
en cuestiones cronológicas es importante analizar desde cuándo suceden las
situaciones de violencia a un individuo.
9.-
¿Desde cuándo te ocurren estas cosas?
a) No se meten contigo.
b) Desde hace muy poco.
c) Ya tiene mucho tiempo.
Gracias a este resultado podemos analizar la
cronología del problema, así como concluir que es un problema gradual y que se
lleva a cabo desde ya hace mucho tiempo.
Ahora bien, retomando la
teoría, especificaremos las diferentes consecuencias para cada participante del
conflicto.
4.1
Consecuencias para la víctima

Ahora, la primera señal de
un niño o adolescente puede estar enfrentando un problema de acoso o bullying,
es la ansiedad, que son signos de un elevado nivel de angustia o estrés.
Otros síntomas son miedos
irracionales, temores inexplicables y persistentes, insomnio o dificultades en
el sueño como pesadillas o terrores nocturnos, sonambulismo, hablar o gritar
dormidos o mostrarse excesivamente tímido e inseguro.
“Es
importante entender que la víctima experimenta un profundo malestar, un intenso
dolor y una gran vergüenza por no lograr defenderse”[1]
Esto claro hablando en
términos psicológicos y actitudinales, pero también puede tener consecuencias
físicas. Siendo víctima se llega a sufrir dolor de cabeza, náuseas, gastritis y
en muchos casos colitis nerviosa.
Sin importar el tipo de
agresión que se sufra en el bullying, todas las agresiones llevan a desarrollar
baja autoestima. Sin embargo, la manipulación social y la exclusión de las
actividades sociales llevan a la víctima a autoconvencerse de que no vale lo mismo
que sus compañeros, quienes sí logran defenderse.
Si la agresión continúa
durante un periodo prolongado, aparecen sentimientos de culpa por la
inhabilidad para defenderse, así como sentimientos de inadecuación, depresión y
deseo de venganza.
·
Baja autoestima
·
Actitudes pasivas
·
Problemas emocionales.
·
Trastornos nerviosos
·
Depresión
·
Ansiedad
·
Pensamientos de muerte y suicidas
·
Pérdida de interés por la escuela.
·
Actuaciones suicidas.
Analizando los puntos
anteriores, logramos observar principalmente los trastornos nerviosos, ansiedad
y baja autoestima. No nos costó mucho identificarlos, simplemente por su
postura, su volumen de voz y la forma de mover las manos al hablar.
Ahora que conocemos las
actitudes de la víctima vamos a relacionarlo con lo que obtuvimos en práctica
de campo, ¿Cómo se siente la víctima ante las situaciones de violencia vividas
durante hace un tiempo?
10.-
¿Tu cómo te sientes ante esto?
a) No se meten contigo.
b) Te da igual. Son tus amigos.
c) Mal, no te gusta.
Muchos de los niños por
creer que los actos de violencia son parte de la amistad, permiten el abuso
hacia su persona, el otro tanto porciento obviamente se siente incómodo y
abusado.
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4.2 Consecuencias para el agresor
Ahora bien, tratemos al
“protagonista” de nuestra conflictiva. El agresor aprende que sus conductas
agresivas son un método para obtener estatus dentro de un grupo y un medio para
alcanzar reconocimiento social.
Por lo general “el agresor no logra ser empático, ni puede
valorar la forma en que su conducta afecta a los demás”[2],
de modo que se mantiene en una postura egocéntrica y tiende a culpar a los
demás de sus errores, sintiendo que el menor error de los demás justifica sus
acciones violentas.
El agresor tiene
dificultades en sus relaciones interpersonales, incluso con sus padres, y
presenta inadecuaciones en su desarrollo moral.
Eventualmente los agresores
tampoco son bien aceptados socialmente ya que, a la larga, las personas desaprueban
socialmente la conducta agresiva.
Si no reciben ayuda, los
agresores persistirán en su conducta de agresores.
“Así,
un niño que es bully en el jardín de niños, lo será también en la escuela
primaria.”[3]
De
modo que estos agresores profesionales pagarán a la larga las consecuencias de
su conducta y frecuentemente pasarán un tiempo de su vida adulta en la prisión.
4.3 Consecuencias para el espectador
Los espectadores aprenden a
tolerar situaciones injustas y viven en una postura egoísta e indiferente.
“Lo
más peligroso dentro de los espectadores, es que éstos lleguen a valorar las
conductas agresivas como “respetables” y aceptables, e incluso podrían llegar a
desensibilizarse ante el sufrimiento de una persona.”[4]
En nuestra opinión creemos
que esto sucede debido a que al observar repetidamente violencia hace que la
persona se vuelva insensible frente a los actos violentos, lo cual incrementa a
su vez el nivel de agresividad en las conductas.

Gracias a la visita a aulas de clase, generalmente nos pudimos percatar de la falta de atención hacia los jóvenes por parte de las autoridades escolares, la mala administración u organización de estos, la desidia por no hacer algo a estos problemas tan graves y rutinarios de los niños.
Consideramos que el bullying debería de ser
estudiado, y analizado con mayor importancia dentro de todos los contextos,
pues como vimos en teste capitulo, las consecuencias son muy graves, no solo
para la víctima, sino para todos los involucrados en el problema.
[1] Mendoza Estrada, María Teresa, LA VIOLENCIA EN
LA ESCUELA, México 2011, Editorial Trillas. Página 103.
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