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ste capitulo lo consideramos
de gran importancia, pues describirá a los involucrados en el fenómeno del
bullying, además de dar respuesta a gran parte de la investigación.
Para que un bully[1]se forme debe ocurrir dos
dinámicas juntas: por un lado que la persona presente el instinto de dominar a
otros y por el otro que el individuo se sienta herido y vulnerable, por lo cual
se defiende ante esa vulnerabilidad, negando su necesidad de los otros.
Consideramos que algunos
individuos nacen con una necesidad, o por llamarle así un instinto para
dominar, para ser líderes, para dirigir y mandar a otros[2]. Serían equivalentes al
“mono alfa” de la manada, el cual asume el rol de jefe.
Estos individuos dominantes
se vincularán buscando ser dominantes en la relación, ser el líder del otro.

Paralelamente a éstos, existen ciertos individuos que nacen con un carácter dependiente y se vincularán buscando a alguien quien los dirija, los guíe y les brinde respuestas y soluciones.
“En
una relación o en un vínculo sano, los roles se alternan de manera que a veces
domina uno, y a veces el otro, permitiendo que ambas personas en el vínculo
puedan asumir el papel de dominancia.”[3]
Como es evidente, en una situación de acoso escolar existen tres elementos en el proceso que esquematizaremos a continuación:
1.
El agresor.
2.
La víctima.
3.
Los espectadores.
En este capítulo
analizaremos las características de cada uno de los componentes del triángulo
del acoso.
Estos participantes pueden
ser activos o pasivos, dependiendo de la forma en que actúan y de la función
que desempeñan, lo cual se explicará en seguida.
·
Tipos de agresores
1. Activo
2. Social
indirecto
3. Pasivo
4. Reactivo
5. Proactivo
·
Tipos de espectadores
1. Secuaces
2. Reforzadores
3. Ajenos
o indiferentes
4. Defensores
·
Tipos de víctimas
1. Activa
2. Pasiva
3.1
Agresores
3.2
Características
físicas del agresor
·
Son en general de sexo masculino, aunque
también existen niñas bullies, sólo que entre ellas el acoso suele ser más
verbal y social y menos de tipo físico.
En nuestra investigación de
campo identificamos que el mayor porcentaje de agresores eran niños.
·
Tienen mayor fortaleza física.
·
Se desarrollan tempranamente en la
adolescencia.
3.3
Características
de personalidad del agresor
Lo que nos comentó fue:
1.
Se sienten más fuertes que sus compañeros.
2.
Poseen temperamento agresivo.
3.
Son impulsivos.
4.
Sus habilidades sociales son deficientes
5.
Tienen deficientes habilidades para resolver
conflictos.
6.
Tienden a presentar falta de empatía con la
víctima
7.
Carecen de autocrítica y presentan falta de
sentimientos de culpabilidad.
8.
No controlan adecuadamente la ira o los
impulsos.
9.
Son de alta autoestima.
10. Utilizan
el acoso como una forma destructiva de protagonismo para compensar exclusiones
o fracasos anteriores.
11. Buscan
autoafirmarse a través de la violencia.
3.4
Características
socio-familiares del agresor
Por otro lado, como hemos
mencionado en el capítulo anterior, la violencia surge desde el núcleo
familiar, o muchas veces por influencias que el niño puede tener cerca y algunas
de ellas son:
1.
Presentan una integración escolar menor.
2.
Son menos populares que los estudiantes bien
adaptados, pero son más populares que sus víctimas.
3.
Carecen de lazos familiares estables y
seguros.
4.
Presentan escaso interés por el colegio.
5.
Por lo general, tienen dificultades
familiares.
Por otra parte, según
nuestra investigación a un nivel psicológico identifica en los acosadores
escolares la existencia probable de una educación familiar “libertina”, que les
puede haber llevado a no interiorizar suficientemente bien sobre el principio
de que todos tenemos derechos.
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3.3.1
Agresor activo
Es menos complejo ya que sus conductas
agresivas están a la visa, no se oculta y es más fácil detectarlo.
Y este es el caso más común
de los acosadores que observamos a nivel primaria.
3.3.2 Agresor social indirecto

“Este tipo de agresor es más complejo, ya que manipula a otras personas para que éstas mismas manipulen a otras. Sus ataques suelen ser limpios y certeros, logra sus objetivos y sale ileso.”
Su mejor arma es la
manipulación, por lo general su agresión dura mucho tiempo e induce a otros a
cometer actos de violencia y persecución.
Su enfrentamiento contra la
víctima nunca es directa; este tipo de situación no pudimos observarlo en
nuestra práctica, ya que es algo que lleva un largo tiempo de análisis, sin
embargo, a nuestro nivel escolar medio superior es de los casos más frecuentes.
3.3.3 Agresor pasivo
“Participa,
pero no actúa directamente en la agresión, sólo acompaña al “autor
intelectual”, se enfrenta a la autoridad y protege al agresor activo.”
Llamándolo en otras
palabras, es sólo un secuaz.
3.3.4 Agresor reactivo

“Actúa bajo el influjo de sus emociones, tiene un pobre control de impulsos y reacciona ante los sucesos del entorno pues tiende a interpretarlo que le sucede como actos intencionales o de provocación.”
Algunos investigadores han
encontrado que este tipo de agresores suelen ser los más violentos.
3.3.5 Agresor proactivo
“Este
tipo de agresor no actúa de manera emocional, sino de forma controlada y
deliberada. Su agresión tiene la finalidad de alcanzar una meta, que es la que
motiva la agresividad en sí misma.”
Por ejemplo, busca obtener
prestigio y posición social, en este caso la conducta agresiva no es respuesta
de un acontecimiento o amenaza.
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3.4
Víctimas
Ahora bien, ya que hemos analizado
a los agresores es momento de analizar a las víctimas, que son el blanco de las
agresiones y son los que más sufren el proceso del bullying.
Y retomando, otra vez, los
resultados de las encuestas les preguntamos a los niños sobre dónde se encuentran
las personas por las que se sienten específicamente agredidas.
11.-
¿La persona que te molesta está en…?
a) Tu clase.
b) No está en tu salón pero es de tu año.
c) Es más grande que tú.
Con estos resultados podemos ver que el
bullying es mayormente ejercido dentro del aula de clases, pero también es muy
constante alrededor de todo el colegio.
3.4.1
Características físicas de la víctima
Las características que serán a continuación
mencionadas las hemos obtenido a base de observación dentro de la escuela que
analizamos, esto no quiere decir que en todos los casos sea igual, puede
variar.
·
Son menos fuertes físicamente, aunque no
siempre es así.
·
Rasgos físicos muy notorios[5]
3.4.2
Características de personalidad de la víctima
1.
Nos son agresivos ni violentos.
2.
Se sienten débiles, inseguros y ansiosos.
3.
Son más cautos sensibles y tranquilos.
4.
Son tímidos y tienen baja autoestima.
5.
Llegan a tener una visión negativa de sí
mismos.
3.4.3
Características socio-familiares de la víctima
Por consiguiente, ahora
analizaremos el entorno de la víctima, algunas de las características por las
cuales tienden a ser blanco de acoso, entre otras situaciones.
·
Son de raza diferente o de menor nivel
socioeconómico.
·
Pasan mucho tiempo en su casa.
·
Parecen tener intereses intelectuales y son
chicos cuyas familias valoran el rendimiento escolar.
·
Su familia es sobreprotectora y fomenta la
dependencia.
3.5
Espectadores
Ya que hemos analizado a
fondo al agresor y víctima, es momento de hacerlo con los espectadores, ya que
sin ellos el proceso del bullying no tendría ningún sentido.
Éstos son los que están en
el momento de la agresión[6], pueden fomentarla o
rechazarla.
Ellos son quienes hacen
protagónico al agresor y sentir inferior a la víctima.
Ésta vez nuestro
cuestionamiento en la encuesta se enfocó a los espectadores ¿cómo es que
perciben ellos las agresiones de un compañero a otro? ¿Cómo se siente respecto
a esto? ¿Le afecta o beneficia en algo?.
13.-
¿Cómo te sientes cuando se meten con tus otros compañeros?
a) No sabes por qué lo hacen.
b) Te sientes mal, no te gusta que lo hagan.
c) Sientes que está bien.
d) No te importa.
La mayoría de los
posibles espectadores no están conformes cuando se presenta un acto de
bullying, pero solo son eso, espectadores y no intervienen en el problema.
3.5.1
Características
generales de los espectadores
·
Su silencio otorga permiso al agresor de
agredir al otro.
·
Manifiestan falta de carácter.
·
Demuestran inseguridad en sí mismos.
·
Expresan miedo al ser pasivos.
·
Denotan falta de empatía con la víctima
·
Demuestran falta de compromiso.
Es primordial hacer
conscientes a los espectadores de su importante papel en el proceso de
agresión, ya que el simple hecho de observar y presenciar la agresión sin hacer
nada o sin denunciarla los convierte en cómplices.
El agresor percibe sus risas
como señales de aprobación y aliento para persistir en su conducta. Hemos
observado también que el maltrato produce un contagio social que inhibe la
ayuda e incluso fomenta la participación en los actos intimidatorios por parte
del resto de los compañeros.
Ahora que sabemos el
comportamiento de los espectadores podemos relacionarlo con las estadísticas
que hemos obtenido. ¿Acaso el espectador al observar a un agresor
aprovechándose de su víctima siente deseo de practicarlo también?
14.-
¿Crees que tu podrías tratar mal o amenazar a alguno de tus compañeros?
a) Nunca lo harías.
b) Lo haría si estoy en un grupo que lo hace.
c) Tal vez si él te molestara.
d) Si, si lo harías.
Una mínima cantidad
de niños afirmaron respecto a actuar con violencia por alguna influencia,
mientras que la mayoría afirmaron no hacerlo, y los que posiblemente lo harían,
seria a causa de ser provocados.
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Por último,
podemos contextualizar que los espectadores son demasiados, los cuales suelen
estar a favor de la víctima o del
agresor, requieren callar sino posiblemente serán víctimas de este fenómeno,
esto puede ir en base a nuestro campo de investigación y con referencia a las
encuestas aplicadas, en donde se solía rodear al posible agresor, eran
bastantes chicos, los cuales se reían del chico que posiblemente es el
protagonista de esta violencia, además solían imitarlo y respaldarlo en sus
acciones. (Díaz de León Gerardo)
[1] Situación de acoso
[2] En el caso del agresor
[3] Mendoza Estrada, María Teresa, LA VIOLENCIA
EN LA ESCUELA, México 2011, Editorial Trillas. Página 57.
[5] Tales como ser muy flaco o muy gordo,
tener verrugas o lunares, usar anteojos, etc.
[6] En la mayoría de los casos, hay
situaciones en las que no.
Muy completo artículo, no cabe duda que existen muchas entidades y conceptos rodeando un caso de acoso, y por lo tanto la terapia psicológica que se le debe ofrecer tanto a las víctimas como a los abusadores debe ser muy personalizada.
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