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n términos generales, al
revisar los conceptos en base a nuestra investigación acerca del fenómeno del
bullying o violencia escolar, encontramos dos diferentes clasificaciones de las
formas de agredir, aunque ambas esencialmente contienen los mismos elementos.
2.
1 Primera clasificación
La primera clasificación
describe ocho modalidades de acoso escolar que serán ampliamente explicadas más
adelante, a continuación se mencionarán con su correspondiente nivel de
incidencia entre las víctimas ilustrado gráficamente[1]:
2.1.1 Bloqueo social
Se refiere a las acciones de
acoso escolar que buscan bloquear socialmente a la víctima[2].
Algunos ejemplos podrían
ser:
·
Prohibiciones de jugar en un grupo.
·
Hablar o comunicarse con ciertas personas.
·
“Aplicar la ley del hielo” o que nadie le
hable o se relacione con la víctima.
En nuestra práctica de campo
observamos que dentro de este grupo de acciones se incluye el meterse con la
víctima para hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al niño socialmente,
ante sus semejantes como alguien flojo, indigno, débil, indefenso, estúpido,
llorón, etc.
El hacer llorar a la víctima
desencadena un fenómeno de estigmación
secundaria[4].
De todas las modalidades analizadas, esta es la más difícil de combatir en
la medida en que es una actuación muy frecuentemente invisible y que no deja
huella.
¿Verdad que es algo trágico?
Es increíble saber a qué niveles son capaces de llegar los niños a pesar de su
corta edad, sin embargo aprovechan muchas veces su “inmadurez” y abusan de
ello.
Así pues, formulamos de
nuevo una pregunta a nuestros investigados, preguntándoles si alguna vez se han
sentido excluidos por sus demás compañeros.
7.-¿Te
sientes apartado o que no quieren estar contigo tus compañeros?
a) Nunca.
b) Alguna vez.
c) Siempre.
Los resultados del trato entre
compañeros son reconfortantes, aunque podemos seguir notando un preocupante y
pequeño porcentaje de resultados negativos.
Después de analizar los
resultados comprobamos también que algunas veces incluso los maestros llegan a
asumir contra la víctima las mismas actitudes del grupo.
El propio niño no identifica más que el hecho de que nadie
le habla o que nadie quiere estar con él (aunque descubrimos que algunos de los
espectadores siguen el “juego” de el o los agresores para evitar ser víctimas
también).
Ejemplo de dicho bloqueo
social es cuando un niño siempre se le culpa por todo lo malo que sucede, si se
pierde algo, si alguien se lastima, si alguien grita, etc.
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2.1.2
Hostigamiento
Se refiere a aquellas
conductas que consisten en acciones que manifiestan principalmente desprecio,
falta de respeto y desconsideración por la dignidad del niño.
Algunos indicadores de
hostigamiento pueden ser:
·
El odio
·
La ridiculización
·
La burla
·
El menosprecio
·
La crueldad
·
La manifestación gestual del desprecio
·
La
imitación grotesca
Como ya fue mencionado en el capítulo anterior, dichas acciones se desarrollan con mayor frecuencia (al menos así lo es en la institución que focalizamos la investigación) en lugares aislados, tales como esquinas de las aulas, patios, baños, etc.
Otro ejemplo de
hostigamiento es cuando entre otros compañeros comienzan a seguir a una persona
imitándola por detrás o hacen gestos de desprecio que inciten a la burla y risa
por parte de otros.
2.1.3
Manipulación social
Son conductas que pretenden
distorsionar la imagen social del niño y “envenenar” a otros contra él. Con
ellas se trata de presentar una imagen negativa, distorsionada y cargada
negativamente a la víctima.
Se exagera lo que hace o
dice el niño, e incluso lo que no ha dicho ni ha hecho. No importa lo que haga,
todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo de otros.
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En cuanto a las encuestas realizadas,
percibimos un caso particular de un niño cuyo nombre es José Carlos Guerrero,
que está cursando el 6° año de primaria, este estaba apartado de sus demás
compañeros. Este asunto está relacionado ampliamente con la manipulación
social, que hoy en día es una peculiaridad presenciada en los salones de clase.
(Herrera Brian)
2.1.4
Coacción
Se refiere a las conductas
que buscan que la víctima realice acciones contra su voluntad. Mediante estas
conductas quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento
total de su voluntad.
El que la víctima haga
dichas cosas proporciona a los que los obligan diferentes beneficios según
nuestra observación, tales como cierto poder social.
Los que acosan[6] son percibidos como
poderosos, por encima de los demás que presencian el sometimiento de la
víctima. Con frecuencia las coacciones implican que el niño sea blanco de
vejaciones y abusos, pudiendo llegar hasta las conductas sexuales no deseadas
que el agredido debe callar por medio a las represalias sobre sí o sobre sus
familiares.
En nuestra visita a la
primaria, y en base a las encuentras realizadas los niños nos contaron algunos
ejemplos que clasificamos dentro de éste tipo de acoso, tales como:
·
Quitar el almuerzo.
·
Cobrar un monto para evitar ser golpeado.
·
Exigir que sustraiga un examen o cualquier
tipo de documento del escritorio del profesor.
·
Exigir que haga la tarea por ellos.
·
Demandar regalos.
2.1.5 Exclusión social
Son conductas que buscan
excluir de la participación al niño acosado. Las frases “Tú no”, es la más
representativa de estas conductas de exclusión social, con las que se segrega
socialmente al niño.
“Al
hacerlo un “don nadie”, tratarlo como si no existiera, aislarlo, impedir su
expresión o impedir su participación en juegos” –
son algunos ejemplos que nos dijo la profesora Berenice Salgado[7].
2.1.6
Intimidación
Se refiere a conductas que
persiguen asustar, acobardar, apocar o consumir emocionalmente al niño mediante
una acción intimidatoria. Con ellas, quienes acosan buscan inducir el miedo en
la víctima.
Sus indicadores (según la
observación en práctica de campo) son:
·
Amenaza.
·
Hostigamiento físico.
·
Acoso a la salida del centro escolar.
·
Llamar a la casa de la víctima.
·
Amenazar con cortar, golpear, lastimar,
degollar, etc.[8]
2.1.7 Agresiones
Pueden ser directamente a la
persona o hacia sus propiedades: incluyen esconder, romper, rayar, maltratar o
doblar sus pertenencias así como tomar algo sin pedirlo o empujar a la víctima.
Regresando a los resultados
estadísticos, en esta ocasión cuestionamos sobre si los niños alguna vez se han
sentido dentro del papel de la víctima.
8.-
¿Sientes que algún o algunos de tus compañeros han abusado de ti, te han
amenazado, te han tratado mal?
a) Nunca.
b) Alguna vez.
c) Siempre.
La cantidad de niños
que responden haber sufrido alguna vez maltrato más los que responden sufrir de
violencia diariamente, realmente es elevada si analizamos que la cantidad
correcta debería ser cero.
2.1.8
Amenaza a la integridad
Se refiere a conductas que
buscan atemorizar mediante amenazas contra la integridad física del niño o de
su familia, mediante la extorsión.
Tales amenazas pueden ser
explícitas o mediante referencias al daño físico que se le hará al acosado;
también pueden referenciar a acusarle de algo para generar su expulsión del
colegio, o para que lo regañen.
De lo anterior, concluimos
entonces que las agresiones pueden ser:
·
Verbales: Insultos, humillaciones, amenazas.
·
Físicas: Golpes, pellizcos, patadas.
·
Psicológicas: Gestos de asco, desprecio,
agresividad contra la víctima.
2.2 Segunda clasificación
La segunda clasificación del
bullying considera las siguientes modalidades:
1.
Abuso físico.
2.
Abuso verbal.
3.
Abuso emocional.
4.
Abuso sexual.
5.
Abuso fraternal o bullying entre hermanos.
6.
Ciberbullying o acoso por internet.
A continuación explicaremos
detalladamente en qué consiste cada una de ellas en base a la investigación
realizada.
2.2.1 Abuso físico
“Incluye pegar, empujar, sofocar, estrangular, doblar o torcer los hacia atrás, envenenar, quemar, pellizcar, picar con el dedo, jalar el cabello, hacer cosquillas en exceso, morder, apuñalar, disparar.[11]”
Hemos mencionado y graficado
ya en el capítulo anterior que la violencia física es hasta siete veces más
común entre varones, mientras que el abuso verbal es más utilizado por las
mujeres.
2.2.2
Abuso verbal
Ésta es la forma más común
de violencia que nos fue fácil identificar, ya que es la más frecuente en
cuanto a acoso. Consiste en el uso de la palabra con crueldad hacia un niño,
lastimando su bienestar moral, físico o mental.
Algunas de las
características que logramos identificar son:
·
Intentar lastimar, causar dolor y/o herir.
·
Involucra intensidad y duración.
·
Se usa para ganar u obtener poder sobre otra
persona.
·
Ataca la vulnerabilidad de la víctima.
·
Deja a la víctima sintiéndose aislada y
expuesta.
·
Suele escalar, hasta llegar a alcanzar las
consecuencias físicas.
·
Puede llegar a convertirse en una forma de
acoso sexual.
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En la mayoría de los medios de comunicación
resaltan con demasía el abuso verbal como uno de los acosos más frecuentes,
siendo el aspecto con el que se inicia y se complementa el Bulliyng. Algunas de
las ofensas mas comunes son: "Cuatro ojos", "Pitufo",
"Chocorrol", "Sammy", "Deforme", "Gay,
"Frijol", "Chilindrina", etc... (Ortiz Luis)
2.2.3 Abuso emocional
“Es
la forma de devaluación sistemática del otro (sin importar si es consciente o
inconscientemente). Ocurre de forma constante, siendo no un solo evento. Está
enfocado a disminuir la autoestima de la víctima hasta el punto en que llega a
considerarse sin valor, no merecedora de respeto, de la amistad, ni tampoco se
siente digna del derecho humano más elemental: el derecho a ser amado.”[12]
“El abuso emocional es el más difícil de diagnosticar y de demostrar” – nos dijo el psicólogo… ya que no contiene evidencias físicas observables como el abuso físico o el sexual, que pueden comprobarse por las marcas que dejan.
Así pues, clasificamos los abusos
según su grado de intensidad.
El
abuso leve se conforma por todas aquellas conductas que producen
daño psicológico como por ejemplo la pérdida de seguridad en escenarios
públicos, puede ser exponiendo.
El
abuso moderado lo constituyen todas las conductas de
maltrato que impiden a un niño alcanzar éxito en la escuela, por ejemplo, el
niño deja de esforzarse para no ser un “teto”.
El
abuso severo lo conforman las acciones de maltrato que
provocan que el niño no se desarrolle en algún ámbito importante como el amor.
Como se puede observar a lo
largo del capítulo las agresiones y el abuso van relacionadas siempre, pero
todos tienen el único fin de “cosificar” a la víctima, que pierda todo tipo de
auto-respeto y que llegue a considerar él mismo que merece el trato que le dan.
Es preocupante la cantidad
de niños que declaran sufrir de violencia escolar, además de la cantidad de
tipos de acoso y lo crueles que pueden llegar a ser, a pesar que las personas
que lo imparten en el rango de esta investigación poseen una corta edad.
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